
¿Cómo poner el precio correcto a tus servicios?
Una de las cosas más importantes que debes tomar en cuenta en cuanto a los servicios es que no quieres vender tu tiempo, quieres vender la solución. No queremos ser esclavos de un horario, por eso no cobramos por el tiempo sino por resolver el problema que está presentando el cliente.
Utilizaremos 3 factores, el coste, el valor percibido y la competencia, además de esto debemos considerar también el conocimiento que tenemos, la experiencia, la educación y la magnitud del problema que resolveremos al cliente. Por supuesto, estos últimos entrarían en nuestro factor de valor percibido ya que todos estos puntos influyen en cómo nos ve nuestro cliente.
Por ejemplo, si eres diseñador gráfico con 30 años de graduado, un portafolio muy grande, mucha experiencia y además eres experto en diseños complicados, por supuesto tu precio será mucho más elevado que el de un diseñador gráfico que está iniciando.
¿Cómo calcular el precio correcto de tu servicio?
Tomando en cuenta este ejemplo tendremos entonces dos caminos para calcular el precio de nuestro servicio.
Podemos basarnos en el tiempo que pasamos trabajando realizando un servicio o en el problema que resolvimos en general y ponerle el precio por la realización de un servicio completo.
Si eliges el primer camino debes definir primero: ¿Cuánto quieres ganar al mes?, ¿Cuántas horas quieres trabajar?. Si tu meta son €3000 al mes por 60 horas de trabajo, entonces debes cobrar €50 por hora. Sin embargo, debes tomar en cuenta también los gatos, si utilizas algunos programas específicos, plataformas especiales o simplemente gastos de oficinas (alquiler, salarios, herramientas, gestor, luz, internet, etc) debemos añadirle a los €50 un promedio de estos gastos.
Vamos a dividir todos estos gastos por 60 horas, si el resultado de estos gastos equivale a €3000 más, entonces divides €3000/60 horas y también da como resultado otros €50 al final tu precio final del servicio debe ser €100 por hora ya que es lo que necesitas para cubrir tus gastos.
Ahora, si eliges el segundo camino que es el que más recomiendo. Tomando en cuenta los 3 factores que mencionamos al principio, en esta oportunidad nos enfocaremos en el valor percibido que le estamos dando a nuestro cliente.
Si nuestro servicio resuelve un problema muy grande nuestro precio puede estar un poco elevado, no será necesario calcular las horas que nos tomará realizar este servicio sino que será por un trabajo completo.
Es decir, si nos tomó 20 horas de trabajo resolver un problema muy grande, no tenemos que cobrar €2000, podemos también cobrar €3000 siempre y cuando el cliente lo acepte. Los precios no siempre deben estar ligados al tiempo que pasas trabajando.
¿Cuáles son las cosas que pueden influir al valor percibido?
Como mencionamos anteriormente, estos pueden ser tu conocimiento, experiencia y la magnitud del problema. Otra gran influencia es la garantía, qué tipo de garantía puedes ofrecerle al cliente, soporte extendido después de obtener el servicio (servicio adicional) o también un bonus, sin duda pueden incrementar el valor percibido de tu servicio.
La Competencia
La mejor forma de no preocuparnos por la competencia es saber diferenciarnos de ellos. ¿Cómo podemos hacerlo?, por medio del branding, creación de la oferta, añadiendo bonus, garantías, etc. Pero, en general debes saber quiénes son los competidores que tienes a tu alrededor que puedan ofrecer el mismo servicio a tu cliente.
Sin embargo, soy fan de NO COMPETIR por el precio, ya lo hemos hablado anteriormente y si deseas saber a lo que me refiero no te pierdas mi artículo de 5 razones porque no competir por el precio.
Ahora que ya conoces las dos formas para calcular el precio de tu servicio, es momento de pensar y elegir cuál es la mejor alternativa para ti.
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